Un cirujano inglés de renombre literalmente dejó su huella
en el hígado de dos pacientes que operó en 2013, y ahora espera su veredicto
por cargos de asalto con agresión física. Simon Bramhall, de 53 años, se
declaró culpable de los cargos en un caso sin precedentes en el sistema de
justicia penal británico. Bramhall esculpió “SB” en los hígados que trasplantó
en un paciente masculino y uno femenino en el hospital Queen Elizabeth de
Birmingham, donde trabajó durante 12 años antes de renunciar en 2014. El médico
podría haberse salido con la suya, si un colega no hubiera notado las iniciales
mientras realizaba una operación de seguimiento en uno de los pacientes. Las
iniciales fueron marcadas con un haz de argón, que los cirujanos usan para
detener el sangrado durante las operaciones hepáticas. Bramhall está en
libertad condicional bajo fianza, y escuchará su veredicto el próximo mes.
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