viernes, 9 de marzo de 2018

Noticias insólitas: Castigan al alcalde en un cepo por hacer mal su trabajo.


La gente de San Buenaventura, un pequeño pueblo en el norte de Bolivia, recientemente hizo buen uso de su derecho constitucional a la justicia social al poner a su alcalde, Javier Delgado, en un cepo durante una hora, para hacerle saber que no están satisfechos con sus servicios. El 25 de febrero, el alcalde debía inaugurar un puente construido con fondos estatales y municipales, pero cuando llegó al sitio, se sorprendió al saber que la multitud que lo esperaba no estaba allí para asistir al evento. Sin siquiera molestarse en explicar por qué lo castigaban, simplemente agarraron a Delgado y lo pusieron en el cepo de madera. “Ni siquiera me dieron la oportunidad de averiguar por qué me estaban sometiendo a este castigo, pero no opuse resistencia porque sabía que existía el riesgo de que las cosas se complicaran aún más”, dijo el alcalde. “Más tarde, me dieron la oportunidad de explicar y luego me pidieron disculpas, ya que vieron que habían sido manipulados y desinformados por adversarios políticos y empresarios locales”. Para empeorar las cosas, esta era en realidad la tercera vez que el alcalde Javier Delgado probó la justicia social durante su mandato de dos años y medio. Al igual que muchas otras comunidades indígenas en Bolivia, la gente de San Buenaventura se gobierna de acuerdo con tres principios básicos: “no seas perezoso, no seas mentiroso, no seas ladrón” y recurren a la justicia social cada vez que alguien infringe alguno de ellos.

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