El grupo británico se presentó por cuarta vez en Buenos
Aires el 30 de noviembre. Una noche marcada por clásicos.
New Order pasó por Buenos Aires y recargó el ambiente. El
quinteto oriundo de Manchester desplegó todo su arsenal tecnológico sobre el
escenario del Luna Park. Un ritmo perfecto para un martes a la noche. Un
contrapunto acertado entre la base y las guitarras, más el valioso aporte de
los teclados.
Bernard Sumner fue el encargado de manejar la nave. Su voz
sonó intacta y cada una de las notas de su guitarra causaron distintas
sensaciones. Habló poco. Agradeció la gran respuesta del público que no paró de
corear el nombre de la banda. El recital estuvo marcado por las canciones de su
último disco y los poderosos clásicos de los '80.
Una buena puesta en escena, un acertado juego de luces, y
pantallas gigantes donde los fans pudieron recordar algunos clips.
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