Se considera como la canción firma de Rihanna y logró
un éxito comercial encabezando las listas en Australia, Canadá, Alemania,
España, Francia, Irlanda, Suecia, Suiza, Reino Unido y los Estados Unidos, y
llegando a los diez primeros en muchas otros países. En el Reino Unido se
considera una canción icónica y fue una de las canciones más escuchadas en la
radio en la década de 2000. Después de ser un gran éxito en todo el mundo y
tener una recepción positiva por parte de los críticos, la canción llegó al n°
3 de las mejores canciones del 2007 , según la revista Rolling Stone.
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