Existen muchas historias dentro del rock y la gran mayoría
son insólitas. Una de ellas tiene que ver con David Bowie y un encuentro que
tuvo con el actor Roger Moore, famoso por su papel como James Bond. A fines de
los '70, el músico dejó Inglaterra y se instaló en Suiza. Estaba cansado de
pagar impuestos y de los dealers que lo acechaban. El autor de la biografía de David Bowie, Dylan Jones, contó una curiosa
anécdota sobre esa época. Una tarde, Roger Moore, lo fue a visitar a Bowie.
Eran vecinos. Primero tomaron un té, después fue el turno de la cena y
terminaron la noche tomando unos tragos. "Al día siguiente, a las 17.30,
Moore volvió a la casa del músico sin invitación. Se sentó y le pidió un gin
tonic a David", relató Jones. Por dos semanas, todos los días a las 17.25,
Moore visitó al músico. Un día, cansado por su presencia, se escondió debajo de
una mesa de la cocina para que no lo viera.
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